Nuevas Tecnologías aplicadas al Sector Turístico

 

 

Hace pocos días leíamos en el diario económico Expansión que el impacto que tendrá la tecnología ‘blockchain’ (cadena de bloques) en el PIB español en 2030, superará con creces los 20.000 millones de euros

Probablemente muchos se preguntarán qué es ‘blockchain. Este término proviene del inglés y se traduciría como “cadena de bloques”. La fuerza de esta tecnología digital descansa en su alta fiabilidad garantizando la veracidad de las operaciones en internet. “Esta seguridad se ofrece gracias a un registro compartido por millones de ordenadores conectados, donde se inscriben y archivan las transacciones de dos partes de manera verificable, permanente y anónima sin necesidad de intermediarios. Durante siglos, ha existido una autoridad central tanto la oficina bancaria o el gobierno que gestionaban los cambios en el registro de las transacciones y controlaban el proceso. El ‘blockchain’ suprime esta autoridad central”.

Esta tecnología surgió en los entornos financieros internacionales, específicamente vinculado a los fenómenos de las criptodivisas y las monedas digitales. Blockchain tiene un horizonte de desarrollo multisectorial con unas amplias expectativas de crecimiento, precisamente al tratarse de tecnología de almacenamiento y transmisión de datos a una escala hasta el momento no alcanzada.

La penetración de esta tecnología en empresas españolas, según un reciente estudio de IDC sobre el ‘blockchain’ en las compañías de más de 50 empleados, es del 11 %, cifra que se eleva hasta el 24 % incluyendo los proyectos piloto. Por lo tanto, los datos son ambivalentes. Si bien la presencia de esta tecnología en la empresa española no es marginal, el camino por recorrer sigue siendo un reto para la economía en su conjunto.

Hay infinidad de ejemplos de empresas no financieras que están utilizando esta tecnología. Citar el caso de Cabify, que aliada con ClimateTrade, está tratando de elaborar la trazabilidad del proceso de reducción de la huella de carbono que prevé la compañía de movilidad. Además, empresas representativas del Ibex han anunciado su compromiso en impulsar la identidad digital con tecnología blockchain, en un proyecto que han denominado Dalion.

Las previsiones para 2025, según la consultora PwC, son las de un uso masivo de esta tecnología. Una generalización transversal que afectará desde el sector financiero, al logístico pasando por el transporte. En definitiva, cualquier actividad en la que haya involucración de contratos entre dos partes “Smart Contracts” funcionará con esta tecnología.

Y el sector turístico no puede ser una excepción. En el momento actual, el sector se enfrenta a una ambiciosa revolución digital para poder hacer frente con garantías a los retos presentes de la economía global. Dicha revolución ha de integrar no solo la tecnología de “blockchain”, sino la Inteligencia Artificial (AI), o Internet de las cosas (IoT).  En ese sentido el sector turístico debe aprovechar estas tecnologías como vehículos para realizar una transformación de este para que sigamos siendo líderes mundiales.

Esta reconversión no ha de olvidar tener una estrategia de “customer centric” y un enfoque hacia las experiencias del cliente y sin perder el foco en la llamada economía colaborativa. En ese sentido la parte emocional o psicológica que tiene el sector ha de ser cuidada al mínimo detalle para no perder esa cercanía con el viajero. Se requerirán cambios en las “soft skills” de los trabajadores del sector y un liderazgo más empático.

El World Economic Forum recientemente ha publicado las nuevas competencias que se requerirán en los próximos años y el sector turístico debería tomar nota de estas. No solo reforzar las “hard skills” vinculadas a las nuevas tecnologías sino también las “soft skills”.

Y para el caso de España, en el que el sector turístico es líder a escala global, se juega mucho más que un par de puntos porcentuales del PIB. El éxito de este proceso de transformación tecnológica será vital para el bienestar del país en las próximas décadas.

Por último, TDDS se está convirtiendo en un buen exponente de lo que en un futuro no muy lejano formará parte de la nueva cultura de gestión en el sector turístico. Su decidida apuesta por la tecnología “blockchain” y el interesante trabajo desplegado con cuatro proyectos en los que se combina de forma original esta tecnología y la IA, lo convierten en una empresa que habrá que seguir con atención en los próximos años. Su iniciativa en un tema de rabiosa actualidad, como es el pasaporte sanitario, a través de Hi-Card https://www.hicard.travel/, y la definición de una futura plataforma de mercado voluntario de bonos verdes de emisión de CO2, son una buena prueba de sus prometedores desafíos.

Por: Marta Castander Gotor

Lo que viene: Turismo Rural, Datos y Nuevas Tecnologías

 

 

En los próximos años asistiremos a una transformación profunda del mundo rural.  Principalmente, por la difusión de las tecnologías 0G y 5G, que supondrán una revolución en todos los sectores de actividad, incluido el turismo.

En este sentido, tanto para avanzar en la creación de nuevos negocios como para conectar con el turista, este tipo de tecnología será un “must” en los próximos años y será necesaria para garantizar su viabilidad y sostenibilidad.

En concreto, estas tecnologías serán la base que necesitaremos para poder desplegar el “Internet de las cosas” (IoT) y los sistemas robotizados y poder así interactuar con los nuevos servicios y oferta turística de manera hiper personalizada.

Concretamente, los sensores que funcionan con 0G (onda corta) son una tecnología sólida y robusta. Perfecta para soluciones en las que no se requiere una gran capacidad de transmisión de datos. Es idóneo para el mundo rural por varios motivos: su coste es bajo, el consumo de energía también lo es y puede conectar con dispositivos que estén a largas distancias los unos de los otros, sin necesidad de utilizar repetidores.

Por otro lado, el 5G nos dará mucha velocidad, tanto en la conexión como en el tiempo de respuestas (latencia) y aumentará el número de dispositivos a los que nos podemos conectar.

La utilización de estas tecnologías en el mundo rural supondrá un gran impulso para su desarrollo económico y, cómo no, turístico, permitiendo, entre otras cosas, una capacidad muy alta de sensorización, la puesta en marcha de multitud de nuevos servicios y una interacción mucho más rápida y efectiva con el turista.

Aunque pueda parecer que no, el turismo rural se ha caracterizado por su alta innovación desde sus inicios. Hemos asistido a la creación de grupos de desarrollo local, estrategias de turismo sostenible basadas en la conservación y creación de capital ecológico y social en entornos rurales, protección y puesta en valor de zonas verdes, recuperación de zonas abandonadas, festivales en la naturaleza, desarrollo del ecoturismo y del agroturismo, entre otros.  

Y ahora es momento de que esta innovación la lidere la segunda generación del turismo rural. Jóvenes que se suman a este movimiento, aportando cambios tanto en la manera de pensar como en el aprovechamiento máximo de las nuevas tecnologías.

Así mismo, la revitalización del turismo rural de mano de esta segunda generación no se entiende sin la gestión del dato, la nueva materia prima del siglo XXI. Mediante datos fiables se podrán impulsar cambios y mejoras para que las microempresas y los emprendedores lideren el crecimiento social y económico del mundo rural.

El OG y el 5G permitirán la evolución del turismo rural, según las principales necesidades de la sociedad de hoy: consumo, colaboración y transparencia.

Por: Ainhoa Raso Canals